El campeón nacional Independiente de Sucre empató 1 a 1 con el Emelec en un vibrante partido, con los dos goles de locura en el final, a los 87 minutos para el boliviano que parecía darle la victoria, y a los 91 a favor del ecuatoriano, que selló la igualdad, este miércoles en el estadio Patria de Sucre, donde ambos debutaron en el grupo A de la Copa Libertadores de América.
“Inde” hizo todo para sumar los tres puntos, generó un montón de ocasiones claras mediante un gran volumen ofensivo, pero si no abrió la cuenta antes fue debido a que falló en la puntada final o porque se topó con la figura del encuentro, el golero ecuatoriano Pedro Ortiz, quien tapó casi todo lo que tenía destino de red.
Cerca del final por fin lo venció con un cabezazo de Jonatan Cristaldo que hizo explotar a la afición en las tribunas, sin embargo, no supo cuidar lo que tanto le había costado alcanzar y recibió el baldazo de agua fría en el primer minuto de adición, después de un pelotazo, la corrida de Joao Rojas y su centro hacia atrás que lo capitalizó Quiroga disparando de frente al arco.
De todas maneras, fue un buen debut absoluto del campeón boliviano, al que le faltó ese centavo para el peso, ya que jugó mejor de lo que se pensaba y, ante un rival que también le generó sustos.
La llave comenzó en Venezuela, donde el Caracas fue goleado por el vigente campeón de la Libertadores, el brasileño Palmeiras (0-4), primer líder con 3 puntos, seguido por Emelec e Independiente (un punto para cada uno), quedando atrás (sin nada) el llanero.
A ‘Inde’ le costó acomodarse
Independiente tardó casi 20 minutos en entrar al partido, no hacía pie y era dominado. Todo ese tiempo Emelec jugó tranquilo, aunque sin profundidad; pero cuando el equipo boliviano por fin empezó a ser protagonista generó jugadas peligrosas en ofensiva.
A los 3 minutos, Bryan Carabalí casi convierte el primer tanto al rematar cruzado, menos mal para el cuadro nacional que la pelota rozó el segundo palo y salió de la cancha.
Recién a los 22 llegó el primer ataque del campeón boliviano, un cabezazo de Harold Reina, que tapó seguro el golero Pedro Ortiz.
Independiente no solo equilibró las acciones, sino que pasó a ser superior. Sus ataques llevaban más sensación de gol. Fue increíble que un cabezazo de Erik Correa, de frente al arco, se fuera desviado, como también Reina quiso definir de taco un buen centro de Nixon Folleco.
Los últimos minutos de esa primera mitad fueron de ida y vuelta, generalmente con ocasiones desperdiciadas por mala definición.
Los merecimientos
El equipo de Sucre empezó a merecer el gol al comenzar la segunda mitad. A los 47 minutos, un centro de Alejandro Bejarano fue cabeceado por Jonatan Cristaldo afuera.
Si bien Emelec también tuvo una ocasión, las siguientes más cercanas fueron un tiro libre de Joel Bejarano, que Ortiz tapó espectacularmente, y un quite de Alejandro Medina, quien desperdició la definición luego de una devolución de Correa.
El ecuatoriano empezó a sentir la presión y a cometer errores atrás. Fue fundamental Ortiz para evitar la caída de su arco a los 68, cuando Medina quitó, mandó un centro y Correa definió, pero el golero se la jugó con el cuerpo y la pelota le rebotó en el pecho. Fue una gran salvada.
La figura, indudablemente, fue el arquero de la visita, que rato después sacó un disparo de Cristaldo que iba camino a colarse en un ángulo.
Una recta final para cualquiera
Emelec, mediante Rojas, se perdió la apertura a los 82 minutos. Independiente se salvó de milagro.
Luego llegó esa recta final en la que pasó de todo: Cristaldo fue certero cabeceando la pelota al palo más lejano de Ortiz. Parecía que la victoria del cuadro boliviano estaba consumada.
Pero en los minutos que faltaban, Emelec, mediante Quiroga, puso el empate silenciando al Patria.
Capaz que Independiente lo ganaba a los 92 con un tiro a quemarropa de Cristaldo, pero ahí estuvo Ortiz, el hombre que pesó mucho para que el campeón de Bolivia no se diera el gusto de celebrar su primer triunfo internacional.