La terna boliviana integrada por Alejandra Quisbert, Maricela Urapuca y Amalia Carrasco dirigió el sábado la final del Campeonato Sudamericano Femenino Sub-17, que se saldó con victoria de Brasil sobre Colombia por 1 a 0.
Al final del encuentro, las juezas nacionales y sus colaboradoras se colgaron la medalla entregada por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) que testimonia el haber llegado al partido más importante del campeonato.
En medio de una crisis del arbitraje boliviano masculino, las mujeres se ganaron un lugar preferencial en el Sub-17, gracias a su muy buena calificación previa en los encuentros de la fase preliminar entre Colombia y Perú y del cuadrangular final entre Chile y Perú.
“No esperaba, fue una alegría y sorpresa la designación porque pensaba que otra árbitra podía estar ahí. Pero también el equipo estaba preparado”, declaró Quisbert.
La jueza central boliviana sostuvo que le tocó estar al frente de un partido entre “dos equipos muy fuertes que desde el inicio del torneo mostraron su poderío”.
Con las asistentes Urapuca y Carrasco trabajaron por vez primera juntas en un certamen internacional.
Antes, en certámenes locales como la Copa Simón Bolívar, a Quisbert le tocó dirigir asistida por una de ellas. “Nunca estuvimos las tres como equipo, en Uruguay se dio y creo que nos entendimos muy bien porque pudimos desarrollar nuestro trabajo y sacamos adelante los partidos”.
Alejandra Quisbert es árbitra desde 2012 y se ha fijado como objetivo dirigir en un Mundial, pero antes también está en la mira la Copa América, que se disputará este año en Colombia, y la Libertadores Femenina.
“Todo salió con normalidad, las futbolistas respetaron las decisiones tomadas en la cancha”, agregó sobre la finalísima.
Brasil venció en el partido por el título con un gol de Rhaissa a los 31 minutos del segundo tiempo.
En el certamen Sudamericano, la selección boliviana acabó última y eliminada en su grupo de primera ronda luego de cuatro derrotas consecutivas.