Cuando más necesitaba de su tridente ofensivo que encendió las esperanzas de su afición en la primera fase, Bolívar no lo tuvo en la segunda, fue “borrado” por el ecuatoriano Universidad Católica tanto en el partido de ida como en el de vuelta, y eso le quitó chance de pelear por la clasificación a la tercera etapa de la Copa Libertadores de América.
Los brasileños Francisco Da Costa y Bruno Savio, además del argentino Patricio Rodríguez, habían dado buenas sensaciones ante el venezolano Deportivo Lara y también en el campeonato boliviano; sin embargo, no funcionaron en la serie contra la Católica que les puso un freno en seco.
Ya en el Hernando Siles, en la ida, los tres habían tenido poca trascendencia, sin poder ayudar a romper el 1 a 1 registrado en la pizarra.
La obligación en Quito era la de ganar y principalmente sobre ellos caía buena parte de la responsabilidad. Pero muy bien controlados por el rival, no pudieron hacer nada.
Más llegada y participación en el Atahualpa tuvieron los laterales Roberto Carlos Fernández y Diego Bejarano, bien abiertos, sin embargo, un esfuerzo insuficiente para lo que necesitaba la Academia.
Tampoco funcionó en el medio Alex Granell, de buenos partidos en la anterior ronda. De manera que ninguna de las sociedades de Bolívar de mitad de cancha para adelante pudo funcionar.
Ninguno logró zafarse de la presión que ejercieron los rivales de Católica, además mejor acondicionados físicamente para la batalla.
Las licencias atrás
La defensa también ofreció licencias. La línea de tres en el fondo tuvo mucho que ver en los dos goles. En el primero quedó mal parado el sistema defensivo. Bolívar se adelantó para un lanzamiento de esquina, pero fue sorprendido con un contragolpe rápido que terminó en la buena definición de Santiago Zamora para el 1 a 0.
En el segundo, el panameño Ismael Díaz repitió lo de hace una semana en La Paz, cabeceó sin problemas ante el descuido del español Alberto Guitián, que estaba en la cobertura, pero perdió la marca.
La última línea celeste ya se había mostrado endeble permitiendo a los 6 minutos un remate de José Carabalí, que mandó la pelota al palo.