La torrencial lluvia en La Paz anegó el campo de juego del estadio Hernando Siles, pero a pesar de su intensidad no asustó a la afición, que de manera masiva se volcó a Miraflores para apoyar a la selección boliviana en su penúltimo partido como local por las eliminatorias para el Mundial de Catar 2022.
Unas 15.000 personas —o un poco más— entonaron en las tribunas el Himno Nacional de manera emotiva, después de respetar el chileno, poco antes de que el árbitro venezolano Alexis Herrera pite el comienzo.
El mal tiempo comenzó cerca de las 14.00 y duró algo más de media hora, incluido un fuerte granizo.
La cancha quedó anegada y obligó a que varias personas trabajen manualmente para intentar sacar el agua, debido a que el sistema de drenaje no funcionó de manera adecuada.
La Conmebol y los árbitros tomaron la decisión de demorar en 30 minutos —hasta las 16.30— el inicio del encuentro.
A esas alturas ya había una buena cantidad de personas en las tribunas y la gente siguió llegando para alentar a la selección boliviana.
También hubo un puñado de aficionados chilenos apostados en una de las curvas siguiendo a su equipo.
El aliento de la hinchada se hizo sentir, sobre todo en momentos en que la Verde apretaba en procura de conseguir la igualdad. “Bolivia, Bolivia, Bolivia”, eran los gritos que bajaban desde las tribunas.
El gol de Marc Enoumbá fue muy celebrado. A esas alturas (36 minutos), el seleccionado de César Farías empujaba insistentemente por conseguir el tanto del 1 a 1.
Bolivia ya disputó ocho partidos en el Hernando Siles y contra Chile tuvo una de las mejores asistencias.
Su último encuentro será en marzo contra Brasil, en la despedida del camino hacia Catar 2022.