Con lágrimas en los ojos y agotados por el esfuerzo realizado, los franceses Théo Curin, Malia Metella y Matthieu Witvoet cumplieron el “Desafío Titicaca” al nadar 110 kilómetros en condiciones adversas y remolcando su barcaza desde Copacabana (Bolivia) hasta las Islas Uros (Perú), un logro jamás conseguido antes.
Durante 11 días los tres afrontaron una exigente prueba que, al margen del éxito deportivo, fue para enviar un mensaje para el cuidado del medioambiente en la región.
“No pensé que sería tan difícil. A veces creí que íbamos a morir, pero aquí estamos, la gente está ahí, lo hicimos. Con sinceridad, gracias a todos porque eso es hacer que los sueños se hagan realidad. Sin mis dos compañeros, no habría tenido éxito. Gracias a los dos. ¡Lo logramos!”, dijo Curin, un nadador paralímpico que perdió sus cuatro extremidades como consecuencia de una meningitis cuando era niño.
En la travesía fue acompañado por Metella, medallista de plata en los 50 metros libre en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004; y Witvoet, aventurero que se dedica a dar mensajes sobre el cuidado de la naturaleza.
La travesía
Los tres partieron desde Bolivia luego de hacer una ofrenda a la Pachamama.
Fue “una odisea” para ellos, que debieron afrontar diferentes inconvenientes durante las casi dos semanas que estuvieron internados en el lago Titicaca, el más alto del mundo.
En el cuarto día se desviaron unos dos kilómetros de su ruta por no haber anclado bien el bote por la noche. Volver al trayecto les tomó más tiempo.
También tuvieron que resguardarse en la casa de un lugareño debido a una tormenta eléctrica y un fuerte granizo.
En el noveno día Metella perdió su traje de baño que evita el contacto directo con el agua.
Asimismo, un fuerte viento impidió su avance, por lo que optaron que esperar que mejore el clima.
El 10 de noviembre partieron de Copacaba. El 20 llegaron a las Islas Uros, donde fueron recibidos por pobladores que premiaron su hazaña.
“Por fin es una realidad, y es algo que hemos hecho juntos”, sentenció el nadador, medallista de plata en los Juegos Paralímpicos de Río 2016.