El piloto boliviano Eduardo Peredo, triple campeón del Rally Sudamericano de automovilismo, vivió el mayor susto de su vida en Baja California, México, donde el sábado fue asaltado de forma violenta por un grupo que portaba metralletas e hizo disparos, aunque el deportista nacional y sus acompañantes no fueron heridos.
El hecho se registró en una ruta mexicana mientras Peredo y sus navegantes hacían el reconocimiento de la ruta para correr el próximo fin de semana la Baja 1.000, la última fecha del Campeonato Mundial del Desierto.
Con él estaban Humberto y Arnoldo Roca en una vagoneta de reconocimiento, que fue interceptada por el grupo armado cuando regresaban a Ojos Negros, el centro de su equipo de competencia.
“Estábamos terminando de hacer la hoja de ruta en un pueblo (el Valle La Trinidad) y empezamos a andar hacia la ciudad donde estábamos con el equipo, entonces a unos 30 km, en una carretera me empezaron a hacer cambio de luces desde atrás y yo pensé que me estaban avisando que se me había soltado algo en la chata. Medio que lo dudé, estaba en si detenía me vehículo o no, hasta que lo hice por si había algo suelto. También me puse a pensar que si no me detenía podía ser algo peor”, narró Peredo a PREMIUM.
‘Corran… que les disparamos’
Cuando detuvo la vagoneta “se me cruzó una camioneta, de la que se bajaron varios hombres con metralleta. Agarré mi celular y billetera y las lancé por la ventana del copiloto, entonces empezaron a disparar al aire; nos putearon, nos gritaron, nos bajaron de la camioneta y nos dijeron que corramos: ‘corran, que les disparamos’ y lo hicieron con las metralletas; gracias a Dios no nos dieron”.
Cada uno escapó hacia donde pudo, luego se encontraron y volvieron al mismo lugar, donde Peredo recuperó su celular y billetera.
“Se llevaron todas nuestras cosas: la camioneta entera, el auto de reconocimiento con los repuestos, los pasaportes, prácticamente estamos sin nada en México. Tenía toda la plata para la carrera, la computadora, hojas de ruta, cascos, nos dejaron con lo que teníamos de ropa puesta”.
Lo único que se salvó fue su vehículo de competencia, un CAN-AM X3 que se había quedado en la sede del equipo.
Contacto con las autoridades
Luego de caminar durante unas cinco horas dieron con una casa, donde los atendió una persona que logró guiarlos.
“Con mi tarjeta de crédito compramos ropa, ahora estamos tratando de contactarnos con el Consulado o la Embajada (de Bolivia) para que nos saquen de acá. Fue gravísimo, fueron momentos feos, pero gracias a Dios estamos bien. Lo único que necesitamos es volver al país y seguir luchándola y hacer lo que nos gusta, que es el automovilismo”.
Peredo y compañía ya hicieron la denuncia ante la policía local y también recibieron la colaboración de la organización de la carrera.
“Ahora nos quedamos sin nada. Era un gran sueño poder correr en México, pero terminamos así, había comprado y armado todo mi equipo aquí y todo se lo llevaron porque estaba en la chata”, contó Peredo.