La línea de tres pensada en un comienzo se hacía de cinco más seguido para que Bolivia se pudiera defender de los ataques de Perú, y la Verde sufrió sobre todo por el lado de Diego Bejarano, por donde llegaron los tres goles de la derrota nacional en Lima.
El “dibujo” había dado buenos resultados en anteriores compromisos; pero en la capital peruana mostró una serie de defectos desde un comienzo y no hubo nunca una buena corrección.
Antes de viajar a Lima, el seleccionado había probado también jugar con línea de cuatro, pero el final el técnico César Farías eligió la de tres.
Adrián Jusino, Jairo Quinteros y José Sagredo fueron los elegidos de entrada. Para la cobertura también entraban por las bandas Diego Bejarano por la derecha y Moisés Villarroel por la izquierda.
El sector del lateral de Bolívar fue bien aprovechado por el rival, que utilizó a Miguel Trauco y André Carrillo. Por ese carril transcurrieron las acciones de los goles.
A Bejarano le costó retroceder y siempre quedó superado en ritmo.
En el primer gol tuvieron más responsabilidad los volantes y los zagueros. Fue una pelota filtrada, Quinteros no alcanzó a despejar y Gianluca Lapadula logró convertir.
En el segundo, Trauco tuvo todo el tiempo —cedido por Bejarano— para mandar un centro hasta el borde del área chica donde arremetió Christian Cueva de cabeza.
Finalmente, un despeje corto de Jusino, en una jugada que comenzó otra vez por el lado izquierdo peruano, le llegó a Sergio Peña, que disparó y venció a Lampe.
En la segunda mitad, esa defensa siguió haciendo aguas y de no haber sido por el golero del argentino Vélez Sarsfield la cuenta hubiera sido mucho mayor.