El discurso boliviano era de ir a conseguir una victoria en la casa de Perú, pero quedó en eso. La Verde no solo se defendió mal, sino que hizo poco en ofensiva.
En el primer tiempo casi nunca buscó generar peligro; en cambio, sufrió atrás. En el segundo, cuando se animó a ir al frente, ya tenía tres goles en contra, además fue porque el rival aflojó y le entregó posibilidades.
En el mejor de los casos hubo seis jugadas que se pueden contar como parte de la búsqueda del arco contrario.
En la primera parte, la Verde remató dos veces y en ninguno de sus intentos la pelota tuvo como destino la portería y tampoco inquietaron al golero peruano Pedro Gallese.
A los 6 minutos, Marcelo Martins remató recostado sobre la izquierda, quiso colocar hacia el segundo palo, pero la pelota se fue a varios metros afuera.
El delantero del Cruzeiro brasileño intentó otra vez a los 43’, le ganó en el salto a un defensor peruano, pero su cabezazo se fue por encima del travesaño.
En el complemento, en cambio, llegaron las ocasiones más claras para lograr al menos el descuento. Tuvo que ver con que Perú, después de intentar ampliar la cuenta, lo que evitó el golero boliviano Carlos Lampe, bajó su presión y cedió terreno. Entonces el equipo de César Farías creció un poco.
A los los 60 minutos, Diego Bejarano recibió la pelota lanzada por Ramiro Vaca y su remate fue detenido con mucho esfuerzo por el arquero.
La más clara de Bolivia fue la de los 73, Erwin Saavedra, quien había ingresado poco antes, remató también cerca del área mayor, la pelota fue apenas desviada por el golero local y luego pego en el travesaño.
Cerca del final, a los 88’, tras una buena jugada que generaron por derecha Marc Enoumba y Adrián Jusino, el centro del zaguero central de The Strongest fue conectado de taco por Miguel Ábrego y otra vez atajó Gallese con buenos reflejos.
La última aproximación de Bolivia se produjo a los 92 minutos, un centro desde de la derecha, que Jairo Quinteros cabeceó y el balón se fue varios metros por arriba del travesaño.