El zaguero de la selección nacional Luis Haquin podrá regresar a las canchas dentro de 45 o máximo 60 días, debido a una distensión de ligamentos, según un nuevo diagnóstico médico que descargo la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha.
El profesional que atendió a Haquin en Santa Cruz descartó la rotura, que había sido anunciada por el cuerpo médico de la Federación Boliviana de Fútbol tras la lesión sufrida por el jugador en el partido contra Perú por eliminatorias mundialistas, por lo que no será necesaria una intervención quirúrgica ni la recuperación será de entre ocho y diez meses como se habló en un principio.
Javier Severiche, cirujano traumatólogo cruceño especializado en medicina deportiva, fue quien le realizó al jugador del chileno Melipilla —donde está cedido por el Puebla mexicano— los estudios clínicos a solicitud del propio Haquin.
“Después de analizar el primer resultado no me pareció que estaba roto el ligamento, entonces le hicimos una nueva resonancia magnética y, junto a los exámenes clínicos complementarios, llegamos a la conclusión de que su rodilla no está inestable, por tanto, el ligamento no está roto”, enfatizó Severiche.
El profesional informó también que realizó una junta con el responsable médico del Melipilla y también hubo contactos con profesionales del Puebla de México, club con el que Haquin tiene todavía contrato, y concordaron que lo mejor es que el futbolista siga un tratamiento para su recuperación.
“El (resultado) examen que le hicimos es contundente: no hay inestabilidad en la rodilla, es una distensión de ligamento cruzado anterior grado 3”, agregó el traumatólogo boliviano.
Por eso se decidió que el Melipilla diseñe un esquema de recuperación con base en sesiones de fisioterapia que serán monitoreadas semanalmente.
“Estamos hablando de 45 a 60 días como tiempo de recuperación. Cumplidos los 21 días de inmovilización de la zona comenzará con ejercicios de fortalecimiento muscular y pruebas físicas”.
Haquin se rompió el mismo cruzado anterior de la rodilla derecha en 2019 en una sesión de entrenamiento en el Puebla. Los estudios realizados en Santa Cruz concluyeron que el injerto que le pusieron esa vez “está distendido, pero no llegó a romperse”.
Haquin viajó a Chile con ese estudio para seguir con el tratamiento. “Estaba bajoneado por la noticia de que su recuperación iba a ser muy larga, ahora está mejor y nosotros seguiremos de cerca su evolución”, finalizó Severiche.