El líder Always Ready venció con solvencia al difícil Oriente (2-0), incluso lo pudo golear, algo que evitó el golero albiverde Wilson Quiñónez, y puso otro ladrillo para levantar el ansiado bicampeonato, este jueves en El Alto por la vigésima jornada del torneo boliviano de la División Profesional.
La banda roja se afirmó en el primer lugar con 45 puntos, estirando la diferencia de una a tres unidades sobre su escolta The Strongest (42) por el empate de este ante Palmaflor el día anterior, y justo antes de que se enfrenten los dos principales aspirantes al título el domingo en La Paz.
A Always le costó mucho más en el primer tiempo, en el que hizo un gol sacado de la galera; en cambio, en el segundo fue tan superior que el par de anotaciones en el score final queda muy corto, aunque también es un mérito de Quiñónez por sus atajadas.
Oriente tuvo más de una chance ofensiva, la diferencia fue que no embocó ninguna y por eso no pudo cambiar la historia.
Un golazo de tiro libre
Jair Catuy se hizo cargo de un lanzamiento directo a los 25 minutos y convirtió un golazo. El zurdazo fue inatajable para Quiñónez a pesar de que alcanzó a tocar la pelota.
Antes del 1 a 0, la banda roja no había hecho nada como para merecer el gol. El panameño sacó un tiro de la galera y puso tranquilidad.
En los minutos anteriores a esa conquista Oriente había tenido controlado el partido e incluso llegó a asustar un par de veces al guardameta local Orlando Mosquera, quien en una de esas sacó un balazo de Víctor Hugo Dorrego.
Poquito después, el uruguayo se perdió el empate rematando desviado solo frente al arquero.
La otra cara
En la recta final de la primera etapa empezó a aparecer la mejor expresión ofensiva de Always y Quiñónez comenzó a ser figura, primero tapando con grandes reflejos un fuerte disparo de Rodrigo Ramallo.
El equipo de El Alto regresó a la segunda parte a llevarse por delante a su rival cruceño, y aunque lo logró, a la hora de la definición el arquero albiverde se convirtió en toda una muralla tapando mínimo tres balones —sino más— con destino de red.
Si bien Oriente era superado futbolísticamente, la mínima diferencia lo mantenía con vida. El empate hubiera cambiado el panorama, lo tuvo a los 57, aunque Always tuvo en Nelson Cabrera a su salvador por tocar apenas con el botín y desviar el balón lo suficiente para que no fuera gol.
Quiñónez le volvió a ganar a Catuy, pero ya no pudo con Carmelo Algarañaz a los 75, quien corrió habilitado, desestabilizó a su marcador y definió con categoría ante la salida del cuidapalos.
Fue el gol definitivo, el que garantizó los tres puntos para que Always se afirme en la punta y le quitó a Oriente toda ilusión de por lo menos empatar en su visita a El Alto.