La historia de corrupción en las altas esferas del fútbol mundial, destapada en 2015 por una investigación de la fiscalía de Estados Unidos, desembocó esta semana en una decisión histórica: una parte del dinero que fue sustraído en operaciones oscuras será devuelto a las entidades afectadas.
De esa manera, la FIFA, la Conmebo y la Concacaf recibirán 201 millones de dólares recuperados de esas tramas de corrupción.
“Me complace enormemente que el dinero sustraído ilegítimamente regrese ahora al fútbol para cumplir su auténtico propósito, su finalidad debida desde el principio”, dijo en un comunicado el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
La “indemnización”, según Infantino, compensa a las tres entidades por “varias décadas de tramas de corrupción en el fútbol. La suma fue sustraída de las cuentas bancarias de los exfuncionarios involucrados durante años en tramas de corrupción futbolística por las que fueron procesados”.
Para la Conmebol
Cuando fue destapado el caso denominado FIFAGate, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) hizo una auditoría forense y demostró que muchos de esos fondos que estaban en Estados Unidos, y en algunos casos en Sudamérica, eran del fútbol.
La Conmebol era en ese momento una entidad mafiosa según la justicia estadounidense. La mayoría de los dirigentes de entonces fue detenida y enjuiciada.
De esos 201 millones, 71 millones corresponden a la Conmebol.
La entidad sudamericana ya había recuperado antes dinero que estaba en cuentas de Suiza y en Paraguay de la familia del expresidente de la Conmebol Nicolás Leoz, uno de los acusados, quien falleció en 2019.
Según las gestiones que hizo la Conmebol, diez millones de dólares de los fondos recuperados se repartirán entre nueve asociaciones miembro, incluida la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).
Infantino añadió su “más sincero agradecimiento a las autoridades judiciales de Estados Unidos por el trabajo que han llevado a cabo en estas cuestiones, por su rapidez y eficacia para llegar a una conclusión y por su confianza en general”.
“La verdad es que, gracias a su intervención en 2015, hemos cambiado radicalmente la FIFA desde la organización tóxica de aquellos días hasta transformarla en un organismo rector mundial sumamente apreciado y digno de toda confianza”, añadió.