Brasil logró su segundo oro, y además de forma consecutiva, en el Torneo Olímpico de Fútbol Masculino tras imponerse en la prórroga a una España que pudo resolver el partido en la segunda mitad, pero pagó caros sus errores defensivos. El partido, intenso y con dominio alterno de ambos equipos, se celebró en el Estadio Internacional de Yokohama este sábado 7 de agosto.
Brasil fue mejor en la primera mitad y pudo reflejar esa superioridad en el marcador con un gol psicológico justo antes del descanso. Antes del tanto de Matheus Cunha (45′) aprovechando un desajuste de la zaga española en una jugada embarullada en el área, ya habían desperdiciado los brasileños una clara oportunidad de ponerse por delante: Unai Simón cometió penal en una salida de puños en la que se llevó por delante a un rival, pero Richarlison erró el lanzamiento desde los 11m y la pelota se fue alta (38′).
España estaba insegura en defensa y espesa en ataque. El seleccionador Luis de la Fuente hizo dos cambios en el descanso buscando ideas nuevas. Saltaron a la cancah Carlos Soler y Bryan Gil por Mikel Merino y Marco Asensio, y le dieron otro aire a la Rojita.
Aun así, Richarlison tuvo el segundo para Brasil, y solo los reflejos de Unai Simón y el travesaño impidieron el 2-0 para la Seleçao. Pero España daba mejores sensaciones, y un gran centro desde la derecha de Soler permitió a Mikel Oyarzábal empatar con una gran volea.
Pudo la Rojita sentenciar el partido y evitar la prórroga, pero hasta en dos ocasiones se encontró Bryan Gil con el palo.
Malcom, el héroe de Brasil
Ya en la prórroga, el ingreso de Malcom por parte de Brasil dio otro aire al equipo, que recuperó el mando del duelo y por momentos encerró a los españoles en su área. Unai Simón logró despejar un centro con mucho veneno de Malcom, quien minutos después se convertiría en el héroe.
El brasileño recibió un balón en largo tras una recuperación de pelota de los suyos que pilló a España descolocada. Le ganó la partida a Jesús Vallejo y se plantó solo ante Unai, que poco pudo hacer ante el certero disparo (108′). España intentó el empate hasta el final con más corazón que piernas, pero el marcador no se movió.
Con este triunfo de Brasil, su capitán, el veterano Dani Alves, que disputó todos los minutos de la gran final, aumenta su cuenta personal de títulos y ya suma 43, más que ningún otro futbolista de la historia.
España conquista su tercera plata tras las logradas en Amberes 1920 y Sídney 2000.
El podio se completó la selección de México, que obtuvo el bronce luego de vencer a Japón por 3 a 1.