Luis Fernando Bastida (Rawson, 8 de julio de 1948) fue ídolo de The Strongest en la década de los años 70. Hoy recuerda que le tocó convertirle goles históricos a Bolívar, camiseta que también lució por un tiempo.
PREMIUM contactó al ‘Zorro’ Bastida en puertas del clásico 220 en la historia de la Liga , fundada en 1977. Radica en su natal Rawson, en la provincia Chubut, en la Patagonia argentina.
Con ese apodo llegó procedente de Boca Juniors al “The Strongest Símbolo” a finales de 1969, después de ocurrida la Tragedia de Viloco.
Casi 40 años después
Cumplió 73 años unas dos semanas atrás. Hace casi 40 regresó a Argentina —en 1982— pero tiene muy presente su paso por Bolivia y los varios cásicos que le tocó jugar. “Casi siempre le hacía goles a Bolívar” y asegura que le tocó ganar más clásicos de los que perdió: “Sin duda que fue así”.
Bastida jugó en el Tigre hasta 1972. En 1973 pasó a Melgar de Arequipa y al año siguiente jugó en el también peruano Unión Tumán. En 1975 fue fichado por el Olimpia de Paraguay. Pero volvió al aurinegro en 1976, en el que acabó su carrera tres años después (1979).
Estuvo unos meses en Bolívar durante 1977, antes de la fundación de la Liga, consecuencia del mal trato que había recibido de un dirigente atigrado. “Después volví a mi casa, porque mi corazón siempre fue amarillo y negro”.
Fue parte del equipo que conquistó el primer título de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano en 1978 (correspondiente a la temporada anterior) y anotó uno de los goles de la final frente a Oriente (3-1).
Tiene un estrecho vínculo con el país, pues su esposa Elisa y sus tres hijos: Luis Enrique, Alejandra y Sergio, son bolivianos.
Primer gol en Tembladerani
Está en la historia del fútbol boliviano que Bastida convirtió el primer gol en el estadio Simón Bolívar de Tembladerani. El escenario fue inaugurado el 15 de enero de 1976 con un clásico por la Copa Simón Bolívar correspondiente a la gestión 75 y que terminó igualado a uno.
Bastida adelantó al Tigre, no recuerda en qué minuto, pero tiene muy presente que con ese gol le impidió a Bolívar ser campeón. El título fue para Guabirá.
«Ese partido fue inolvidable, Bolívar tenía que ganar para ser campeón y empatamos, yo hice el primer gol. Lo terrible fue después, me sacaron del estadio en un jeep del recordado general (Roberto) Quinteros».
“La gente estaba enojada conmigo. Cuando terminó el partido nos quedamos en el túnel, no podíamos salir. Eso también lo recuerdo mucho”.
Bastida también marcó el primer gol en clásicos en el nuevo estadio Hernando Siles. Casualmente un 15 de enero, pero de 1978.
“Recuerdo que fue en el arco sur, después (Jorge) Lattini hizo el segundo y ganamos (2-1). Ricardo Troncone, de penal, había hecho el tanto de Bolívar.
“El estadio estaba lleno, era todo muy lindo. Festejé ese triunfo con mi amigo ‘Chupa’ Riveros, que en paz descanse, y al día siguiente salió una foto en todos los periódicos”.
Otro gol que recuerda mucho en clásicos es uno que le hizo a Vlado Svigir. “Casi siempre le hacía goles a Bolívar, pero uno de los que más me gustaron fue el que hice también en el estadio Siles, lo que no me acuerdo es si era amistoso o era por el campeonato. Ellos trajeron un arquero que me parece que era de la selección yugoslava y yo metí un tiro libre, no sé si era de unos 30 metros, cerca del semicírculo de la mitad de la cancha. Rematé y la pelota dio primero en el palo, a la izquierda del arquero. Ese siempre lo recuerdo, también fue en el arco sur”.
Mucho público
De los clásicos opina que en cualquier época “son partidos distintos, muy lindos, es la oportunidad que tiene un jugador de mostrar lo que puede hacer, aparte que es la fiesta de toda la gente, ocurre en todos los lados, es el partido que uno quiere jugar siempre”.
La diferencia entre los de ahora y los que le tocó jugar es que “antes el estadio estaba lleno siempre, era terrible la cantidad de gente que había en las tribunas”.
Amigos
Aparte de los compañeros con los que compartió en el Tigre, también hizo amigos en Bolívar. “La lista es muy larga”. Recuerda que hizo muy buena amistad con Ricardo Troncone, José Solórzano, Carlos Aragonés, Carlos Conrado Jiménez, entre otros, con los que tiene muy buena relación.
“Hace unos años, también antes de un clásico, Juan Carlos Costas nos hizo una entrevista a Troncone y a mí, nos cargamos unos 10 minutos y todos nos moríamos de risa”.
Se acuerda mucho de Pablo Baldivieso, ya fallecido.
— Había un buen jugador, de apellido Baldivieso, fue mi compañero en Bolívar y rival en muchos clásicos, me acuerdo que te afeitaba y te cortaba el pelo de una, ¡era terrible!
— Su nombre era Pablo, le decían ‘Guillotina’.
— ¡Qué te parece!