El gol del honor de Bolívar anotado por Jairo Quinteros maquilló un poco la mala noche que tuvo el sistema defensivo de la Academia, en el cierre de la fase de grupos de la Copa Sudamericana.
La falta de coordinación y toma de marcas de los celestes fueron bien aprovechadas por el Arsenal para convertir los tres tantos (3-1) que le dieron el triunfo y la clasificación a octavos.
Quinteros tuvo la mala fortuna de que en el primer gol la pelota se desvió en su pie y desubicó al arquero Rubén Cordano. Pero ahí no estuvo el problema, sino en las facilidades que tuvo el delantero del Arsenal para dar media vuelta y rematar. La defensa lo dejó hacer casi todo a placer.
En la segunda y tercera conquistas también hubo errores. En el 2 a 0, la pelota fue de un lado a otro sin presión académica, y Quinteros perdió en el cabezazo definitivo de Sepúlveda. Mientras que en el 3 a 0, demasiada libertad para un centro hacia el segundo palo, donde Albertengo Cacheteó otra vez solo.
Arsenal bajó el ritmo en la segunda parte y Bolívar se animó a ir un poco adelante. Quinteros sacó provecho a su potencia y metió un cabezazo para el descuento y evitar que la derrota fuera más dolorosa.
El técnico Vladimir Soria decidió repetir varios nombres de los que venían jugando en el certamen, aunque adelantó más a Alex Granell y el español tuvo mayor libertad de juego de mitad de cancha para arriba.
La acción más clara fue la de Leonardo Ramos con un cabezazo tras un centro preciso justo de Granell, pero el arquero mandó la pelota al tiro de esquina.
Bolívar tuvo otras ocasiones en la segunda etapa, sin embargo, careció de la jugada final.