Es una estructura de 96 metros cuadrados y está emplazada desde 1977 en la bandeja alta de la curva sur del estadio Hernando Siles. Es como una casita por sus 12 metros de alto y 8 metros de largo.
Fue levantada en el marco de la remodelación del escenario para los Juegos Bolivarianos de 1977. Ahí fue emplazada una pizarra electrónica gigante para la época. Con los años, aquella fue cambiada por una más moderna. La actual ya lleva más de 10 años de funcionamiento.
Pronto, por una gestión del Servicio Departamental de Deportes (Sedede) y a través de un acuerdo con la empresa Innovagol, la estructura recibirá a su tercera inquilina, una pantalla de última generación.
Su historia
La Revista Digital Magazine de PREMIUM visitó la casa del tablero. Pocas personas acceden al lugar, solo las que están encargadas de cuidarla y mantenerla, sobre todo la gente conocedora del sistema eléctrico que es personal del Sedede.
Desde afuera no hay mucho que ver, solo su impresionante tamaño. Sin embargo, por dentro es un mundo aparte.
Mijael Pati es el encargado del funcionamiento, aunque está en el cargo solo desde 2017.
El armazón
Las primeras imágenes que un visitante se encuentra en la “casa del tablero”, por dentro, son la de los paneles que forman la pantalla y varios cientos de metros de cables de diferentes tamaños distribuidos en todos los espacios, los más gruesos pegados hacia la pared.
Cada uno de los tres niveles tiene un pasillo que es angosto, no más de un metro, lo que permite el desplazamiento necesario, porque la mayor parte del ancho lo ocupan los paneles. De un piso al otro se accede por unas gradas pequeñas y hace falta tener el cuidado correspondiente para no perder el equilibrio.
Cada tres meses, Pati y sus colaboradores se desplazan por esos corredores para hacer el mantenimiento. El polvo es el principal enemigo de los circuitos; por eso “armados” de sopletes realizan la limpieza de cada panel. “Salimos blancos en cada jornada”, matiza el responsable del cuidado del tablero. La labor dura entre tres y cuatro días.
En el interior de la estructura destacan el sistema eléctrico y el de refrigeración, ambos datan de 1977 y todavía siguen funcionando.
El primero está en un costado de uno de los niveles, tiene la forma de un ropero pequeño y una de sus paredes del costado ya se desprendió, aunque no afectó su funcionamiento.
El de ventilación está en la parte alta en la pared posterior y consta de lámparas y ocho ventiladores.
De acuerdo con Pati, nunca presentaron problemas, en el caso del sistema de enfriamiento asegura que el clima de La Paz también ayuda para mantener la temperatura.
“La refrigeración se activa dos horas antes del encendido del tablero, pues la temperatura ideal de la estructura debe ser de 16 grados. Adentro es como un sauna por la cantidad de energía que se utiliza y el calor que produce. Cuando más trabaja la ventilación es en los partidos de la tarde, ya que en horario nocturno el clima de la ciudad ayuda a un rápido enfriamiento”.
La LED actual
La pantalla vigente consta de 84 módulos de un metro cuadrado cada uno, están distribuidos en siete pisos (filas) y 12 columnas.
Cada módulo tiene 25 tarjetas LED para un total de 2.100, que cuentan con todas las combinaciones de luces para emitir millones de colores.
Están distribuidos en cajas, cada una con su propia memoria y un procesador conectado a red que controla su funcionamiento, es decir que desde allí salen las órdenes para que se active una tarjeta y otra no.
La tecnología es china, hasta el momento ha funcionado sin problemas y nunca se tuvo que reemplazar tarjetas, pero ya llegaron noticias de que se ha limitado la fabricación de repuestos porque “ya está pasando de moda”.
El sistema cuenta con sensores que ante cualquier emergencia hace que la pizarra se apague automáticamente para evitar consecuencias mayores.
Su funcionamiento se divide en dos: uno en el tablero en sí y el otro desde una cabina instalada en el quinto piso del estadio. Desde allí, con una pequeña computadora con el software adecuado y con apoyo de una cámara se controla su funcionamiento. La conexión es mediante fibra óptica con varios cientos de metros de cable que pasan por debajo del estadio hasta un pequeño centro de control.
Desde allí se realizan las ilustraciones que el público observa desde las tribunas.
Cómo era antes
En el recorrido por las entrañas de la pantalla aparecieron dos paneles del antiguo tablero, cada uno tenía 35 focos conectados por un sistema eléctrico sencillo.
Fue instalado en 1977, en comunión con la tecnología de la época. Los focos utilizados eran igual a los que sirven en los domicilios. Mediante los controles se determinaban cuáles se tenían que prender para formar una palabra o marcador de un partido, de esa manera se entregaba la información al público.
Hoy el uso de esos equipos ya es historia y el encargado del tablero piensa que es poco probable encontrar repuestos. En 2007, cuando fue retirado, la idea era llevarlo al estadio de El Alto, pero quedó en eso.
No un hay registro del lugar a donde fue a dar el grueso de los paneles antiguos.
Hay otro armazón pequeño en la curva sur que data también de 1977, es solo reloj y marcador, no tiene repuestos y se analiza en el Sedede retirarlo e instalar uno nuevo para cumplir la norma FIFA, que indica que un estadio debe contar con al menos dos pantallas LED.
“Pero primero es necesario hacer un estudio de ingeniería civil para determinar qué peso puede aguantar la estructura. Como está ahora no se puede hacer nada para su funcionamiento”, señala Pati.
Tampoco hay fecha exacta sobre cuando dejó de funcionar, se estima que mínimamente han pasado unos 20 años.
El protocolo
Dos horas antes de cada partido, Pati inicia el protocolo de encendido del tablero para que no haya inconvenientes durante el juego.
Lo primero que hace es conectar en el armazón el sistema de ventilación, luego se va hasta la cabina de mando, donde está la computadora y la cámara que son sus principales accesorios. Desde un pequeño panel con tres interruptores procede al encendido de la pantalla y desde el monitor realiza unas pruebas. Antes de dar el visto bueno final revisa que todo esté bien y procede a lanzar la información.
Tiene una vista privilegiada de la cancha, pero mucho no sigue las acciones porque debe estar atento a cualquier situación que merezca informar desde la pantalla.
Cuenta que alguna vez su sentimiento de hincha le traicionó. “En un clásico le hicieron un gol a mi equipo y por el lamento de la caída del arco me olvidé modificar el resultado. Después de varios minutos y cuando mucha gente se dio cuenta, pude corregir el error alertado por un compañero de trabajo”, admite con una sonrisa.
Lo que viene
El 1 de marzo de 2021, Fernando Trino, director del Sedede, anunció que la Gobernación del Departamento, a través de su despacho, firmó un convenio por 10 años con la empresa Innovagol para la instalación de una nueva pantalla Led de última tecnología. Se prevé que en junio comience la instalación. El tamaño será de 22.2 metros de largo por 8.2 de alto a un costo de unos 300.000 dólares, que serán financiados por la empresa.
De acuerdo con las especificaciones presentadas en ese momento la calidad de imagen será la misma que tienen los tableros que serán utilizados en el Mundial de Qatar 2022. Se estima que su vida útil será de 333.333 partidos, es decir que su funcionamiento seguirá más allá de los 10 años del acuerdo.
¿Y qué ocurrirá con la actual pantalla? Trino sostuvo que hay un proyecto para dividirlo en dos, uno para el Coliseo Cerrado Julio Borelli y otro para la Piscina de Alto Obrajes.