The Strongest protagonizó un pobre debut, impresentable para el nivel de una Copa Libertadores, y cedió los primeros tres puntos como local derrotado (0-1) por un Boca Juniors casi B, este miércoles en el Hernando Siles por la primera fecha del Grupo C de la Copa Libertadores de América.
Fue alarmante lo del Tigre. No jugó a nada, no fue para adelante. Capaz que le tuvo demasiado respeto al nombre de su adversario, que tampoco era para tanto, o le quedó demasiado grande el partido. Aparte, fue un equipo sin actitud, lento, extraviado en ideas, e incluso sin su tradicional garra, que es su identidad cuando las cosas van mal.
En lo futbolístico, fue incapaz de resolver la telaraña defensiva que tuvo al frente y, salvo unos cuantos disparos desde afuera, desviados, no creó ocasiones de gol. Tanto así que el arquero Agustín Rossi no fue exigido nunca y pasó una jornada demasiado tranquila.
Sebastián Villa hizo el gol del triunfo argentino a los 7 minutos: recibió por la izquierda, amagó, se sacó de encima a Fernando Marteli y fusiló a Daniel Vaca, un tanto que además de ser tranquilizador, ayudó sobremanera al juego que Miguel Ángel Russo había planificado para salir airoso de Miraflores. A la larga, en la temible altitud, para Boca fue un paseo.
Por ningún lado
Boca plantó sus líneas muy ordenadas para defenderse, que era lo previsible, pero nunca fue presionado ni apurado por The Strongest.
El Tigre tuvo la pelota hasta el cansancio, sin saber qué hacer con ella. Sus habituales hombres desequilibrantes no lo fueron, los laterales no abrieron la cancha ni subieron, y el dominio atigrado fue intrascendente. La pelota iba hacia los costados, al centro, atrás, pero nunca adelante.
Una pegada de Raúl Castro, tras sacarse de encima una marca, y otra de Ramiro Vaca, ambos tiros desde afuera y desviados, fueron lo más peligroso del gualdinegro en la primera parte.
Demasiada paciencia
The Strongest contribuyó a que Boca Juniors se sintiera cómodo en la cancha. Tenía que ser rápido y no lo fue. Parecía paciente buscando alguna oportunidad, pero jamás encaró ni buscó la profundidad. Así, era imposible.
Aparte que se libró de algo peor. Al comenzar la segunda mitad faltó poco para que Boca le hiciera un segundo tanto o incluso un tercero. En las dos veces, Villa estuvo cerca, primero con un disparo que salió raspando el palo y, después, tras dejar en el camino a Marteli, Daniel Vaca le adivinó la intención y se quedó con la pelota.
El Tigre siguió con su falta de ideas, en la desesperación trató de atacar con más ímpetu que fútbol, y siempre salió perdiendo. Ni por si acaso asomó una solución a su alarmante falta de recursos futbolísticos. Su actitud, otra vez, fue penosa.
De nuevo, a lo mucho, tuvo un par de chances más: Castro volvió a tirar alto y Vaca, desviado.
Si hubiera habido público en Miraflores los atigrados la habrían pasado mal, porque jugaron para ser reprobados y reprochados. Lo hubieran merecido como nunca.
The Strongest perdió de entrada en un grupo con tres rivales muy competitivos y si no cambia mucho para hallar soluciones la va a pasar realmente muy mal. Por ahora, fue el primer paso hacia la puerta de salida.
SÍNTESIS
The Strongest (0): Daniel Vaca; Jesús Sagredo, Gonzalo Castillo, Fernando Marteli (74’Fran Pastor), José Sagredo; Diego Wayar; Raúl Castro (85’ Jaime Arrascaita), Jeyson Chura (61’ Rolando Blackburn), Willie Barbosa, Ramiro Vaca (84’ Rudy Cardozo); Jair Reinoso. DT: Alberto Illanes.
Boca Juniors (1): Agustín Rossi; Julio Buffarini, Lisandro López, Carlos Izquierdoz, Emmanuel Más; Alan Varela, Agustín Almendra (55’ Leonardo Jara), Cristian Medina (64’ Nicolás Capaldo) y Agustín Obando (86’ Agustín Sández); Sebastián Villa (86’ Luis Vázquez), Franco Soldano. DT: Miguel Ángel Russo.
Gol: Villa, 7’.
Estadio: Hernando Siles.
Árbitro: Jhon Ospina (COL)
Asistentes: John León y Alexander Guzmán.