Royal Pari fue eliminado de la Copa Libertadores de América en primera ronda y no cabe duda que fue un castigo a no haber hecho respetar su localía en la ida, porque en el partido de vuelta logró un empate (1-1) jugando bien en la casa del paraguayo Guaraní, al que le bastó para clasificarse con autoridad a la segunda ronda, donde lo espera el colombiano Atlético Nacional.
La derrota por goleada (1-4) en Santa Cruz fue el acabose de Royal Pari en su primera experiencia en la Libertadores, y que le pasó factura por su falta de ritmo, la razón principal para que su rival paraguayo le hubiera pasado por encima en ese primer encuentro entre ambos.
El equipo boliviano tenía que buscar la hazaña en Asunción, convertir cuatro goles, pero más allá de haberse plantado bien en el terreno, anegado por la lluvia, estuvo muy lejos de ser un equipo profundo, salvo en algunos pasajes, y eso se notó en las pocas chances que tuvo pisando el área contraria.
Con el cómodo resultado de la ida, Guaraní mantuvo la iniciativa de ir al frente sin apurarse ni desesperarse en ningún momento, aunque era evidente que sus chances eran mayores.
Un par de veces el golero boliviano Jorge Araúz tapó tiros difíciles en el primer tiempo, mientras que también dos veces fueron débiles los ataques de Royal Pari, uno de ellos un cabezazo de Rubillo Castillo.
Por la actitud de ambos a ratos fue un buen partido, a pesar de la cancha en malas condiciones.
El gol de Guaraní fue convertido por Ángel Benítez, quien encontró la pelota en sus pies directo para embocar luego de una jugada por la banda de Antonio Marín, a los 58 minutos.
Royal Pari, en general bien parado, no se resignó y, aunque sabía que era imposible un milagro, no renunció a buscar por lo menos el empate, que llegó a los 74 minutos con un autogol de José Florentín por intentar rechazar un tiro a ras del piso de Rodrigo Cabrera.
La recta final fue abierta por la intención de ambos de ganar, con alguna mejor chance para el cuadro dueño de casa.