“Han pasado 13 años desde que partió y no he vuelto a ver otro jugador como Óscar Sánchez, aquel recordado defensor central cochabambino que brilló en el fútbol con talento, fuerza y un temperamento arrollador”. La afirmación es de Gustavo Cortez, periodista que desde hoy comparte en YouTube el documental ‘El último caudillo’, que repasa la vida de quien llegó a ser capitán de la selección boliviana.
“Creo que hablar de la falta de nuevas figuras, como las que tuvimos en las décadas del 60 y 90, debe movernos a un debate, a una autocrítica y sobre todo a una reflexión. ¿Qué está fallando? La estructura de nuestro fútbol sigue siendo un yermo en ese aspecto. No estamos organizados para trabajar no solo en divisiones menores, sino en la formación de jóvenes valores. Es una pena que siga así”, agrega.
Cortez elaboró el documental sobre Sánchez en 2009 (dos años después de su muerte por un cáncer de riñón), que fue proyectado en salas de la Cinemateca Boliviana y en la cadena de cines Center. Según el periodista, 13 años después ve la necesidad de compartirlo de nuevo para que las nuevas generaciones vean el origen del exitoso zaguero en el fútbol, sus sueños alcanzados con el balón y su triste partida, temprano, a sus 36 años, cuando estaba consolidándose como entrenador.
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“El material audiovisual permite ver el sueño cumplido de un niño que en una canchita de Cochabamba pateaba el balón todos los días, incluso escapándose del colegio. En La Paz fue ídolo de The Strongest y Bolívar, dos rivales de gran tradición. También Argentina gozó de su fútbol cuando integró el Independiente de Avellaneda de César Luis Menotti… Y en la selección nacional nadie le discutió la capitanía y liderazgo”.
El periodista señala que hoy le gustaría ver a “nuevos Sánchez”, no solo con buena técnica en los pies, sino con una fortaleza integral, fuertes de carácter, aguerridos y atrevidos con la pelota en las peores circunstancias, y visión clara de campo para jugar siempre con el arco rival como objetivo.
“Creo que a veces vale la pena mirar los éxitos del pasado, pero no para rememorarlos y estar felices un momento, sino para emularlos, revivirlos en el presente a través de la mentalidad de nuevos jugadores. El fútbol boliviano tiene que despertar, pero también trabajar e invertir. Hay talento innato, lo que falta es atención y formación, respaldo y apoyo. Es un trabajo de todos, pero principalmente de la dirigencia de nuestro fútbol”.
Cortez espera que el documental sea visto y compartido como un incentivo a las nuevas generaciones.