Jugó a gran nivel en el único torneo de 2020. Ramiro Vaca Ponce (cumplirá 22 años el próximo 1 de julio) fue de lo más destacado de The Strongest, que por séptima vez consecutiva se coronó subcampeón, y uno de los mejores jugadores del campeonato.
En 2021 le gustaría emigrar. El año pasado le llegó más de una oferta que quedó trunca por la pandemia. En los últimos días se ha rumoreado sobre una nueva posibilidad.
Si se queda, espera que, de una vez por todas, el Tigre pueda ganar un título.
Y otra cosa que añora es tener una nueva oportunidad en la selección nacional.
— ¿Qué hiciste después del último partido con Blooming en Santa Cruz (31 de diciembre)?
— Pude viajar a Tarija después de mucho tiempo. La pandemia no permitió hacerlo el año pasado. Ahora sí y estoy disfrutando de mi familia, aunque ya alistando maletas para volver a La Paz. El rebrote está complicado y tenemos que cuidarnos todos.
— ¿El 2020 habrá sido tu mejor año futbolístico?
— Creo que sí y también a finales de 2019, que tuvo un final parecido a este, no tan exigente, por los problemas políticos.
— El hincha, no solo de The Strongest, y el periodismo han coincidido en que te has consolidado y has sido uno de los mejores del torneo, ¿los sientes así?
— La verdad es que me siento contento porque se dijo eso; pero lo primero en que uno piensa cuando entra a la cancha es en ayudar al equipo, a los compañeros, porque este es un trabajo colectivo y en base a eso conseguir los objetivos grupales. Si a uno le va bien individualmente eso es secundario.
‘Lo primero en que uno piensa es en ayudar al equipo. Si a uno le va bien individualmente eso es secundario’.
— ¿El éxito pasa también por el buen complemento que hay en el Tigre en la mitad de la cancha?
— Creo que es muy fácil jugar con compañeros que entienden el fútbol de la misma manera, todos son jugadores de muy buen pie y es fácil dialogar dentro de la cancha, poder entenderlos, y eso le permite a uno que su trabajo sea más fácil.
— Te tocó jugar en un puesto diferente ¿cómo te has sentido?
— Primero, el entrenador (Alberto Illanes) habló conmigo, me decía que iba a jugar como extremo por izquierda, nunca lo había hecho. Yo le respondía: ‘claro, sin problema’, aunque a veces tenía como alguna duda de cómo me iba a desempeñar; pero todo el cuerpo técnico y mis compañeros me ayudaron a adaptarme rápidamente y al final terminé sintiéndome cómodo en ese lugar.
— Y has hecho goles, importantes todos…
— La verdad que así es más fácil llegar al arco, te queda mucho más cerca en cuanto a lo ofensivo y así he podido aportar con unos cuantos goles en este retorno, lo que me pone muy feliz. También he podido aportar con varias asistencias, que eso es lo que más me gusta hacer.
— ¿Por qué el título se les escapó de nuevo?
— Es muy doloroso aceptarlo. Nosotros hace mucho venimos trabajando para ser campeones y si bien salir segundos no es un mal puesto, no es lo que buscamos, no estamos orgullosos de eso, y esperamos que este año se puedan dar las cosas, que podamos tener un poquito de fortuna y conseguir ese tan ansiado título.
— Al menos este subcampeonato fue diferente porque ha servido para clasificarse a la fase de grupos de la Copa Libertadores…
— Eso es lo rescatable para la institución, para que el hincha pueda ir a vernos en fase de grupos de Libertadores. También es importante para nosotros y vamos a dejar todo para que podamos hacer una gran Copa.
— ¿Estás haciendo seguimiento sobre cómo se va armando el plantel?
— Como todos los años hay compañeros que se van, lastimosamente el fútbol es así. Amistades, compañeros, familia que tienen que partir; pero hay otros que llegan a integrarse y pueden ser parte de igual manera. Independientemente de los nombres, sé quiénes están llegando y la ilusión es que podamos complementarnos rápidamente y poder pelear juntos por los mismos objetivos.
—¿Hasta cuándo es tu contrato?
— Hasta diciembre de este año, este mi cuarto año con el club. Recuerdo que a finales de 2017 firmé por cuatro años. Mi papá había hablado con don César (Salinas), que en paz descanse, quien en ese entonces era el presidente del club. Estuve unos días por La Paz como invitado en la selección nacional después de un Sudamericano sub 20, y eso permitió que se fijarán en mí.
— ¿La selección es una asignatura pendiente? No has estado en ninguna convocatoria del último tiempo, pero la gente te reclama…
— Es un poco complicado y doloroso cuando salen las listas y no ves tu nombre. En cambio, la sensación de alegría es la misma cuando sí estás, eso sentí cuando me tocó estar y también cuando fui llamado a las selecciones de menores. Obviamente es reconfortante que la gente te pida.
— ¿Ha habido alguna dificultad con el cuerpo técnico?
— No, simplemente a futuro espero estar otra vez. Estoy trabajando para eso, para poder tener una oportunidad y, si se da, no desaprovecharla.
‘Estoy trabajando para poder tener una oportunidad (en la selección) y, si se da, no desaprovecharla’
— El año pasado se habló mucho de que clubes de España y de Brasil querían contratarte ¿hubo algún contacto cierto?
— Hubo varios acercamientos, que al final no se pudieron dar por diferentes motivos, la pandemia el principal. Un club de España, dos, hasta tres de Brasil, lastimosamente no se pudo concretar, pero sigo con la esperanza de que este año o lo más pronto se pueda dar la posibilidad de salir y ese es otro de los motivos por los que me esfuerzo al máximo cada día.
— En estos días se habla de que clubes de Bélgica y Portugal están interesados en contratarte, ¿hay algo?
— Yo también escuché rumores; del club no me dijeron nada. Espero que sean ciertos y que se pueda presentar alguna oportunidad de emigrar.
— ¿Te gustaría ir a Europa o a un país de Suramérica como Argentina o Brasil?
— Creo que en ese tema no hay preferencias, sino estar a disposición de los clubes que muestren interés y en el lugar que sea poder mostrar condiciones. Y que me vaya bien.
Ramiro Vaca Ponce nació en Tarija, el 1 de julio de 1999. Se formó en Quebracho, club de Villamontes, y desde 2018 es jugador de The Strongest.
A finales de 2017 firmó un contrato con el club por cuatro años. Si su salida no se produce antes jugará en el Tigre hasta diciembre.
En La Paz vive con sus padres: Ramiro y Esther, y sus hermanos menores: Pablo y Carolina. El club le queda cerca, su departamento está al frente del Complejo de Achumani.